Animarse

Dudaste. Dudaste y no lo hiciste. Y ahora te arrepentís. Se te quema el bocho imaginando qué hubiese pasado si... Pero, otra vez, te diste cuenta tarde. Y no te la jugaste.

El tema está en que la vida no es una película, no podés frenarla y volver para atrás, ya no hay tiempo para rebobinar.

No te arriesgaste y no ganaste. No te animaste a seguir tus sueños porque creíste que eran imposibles, los subestimaste y ni siquiera lo intentaste. No probaste ser auténtico por miedo al qué dirán. Preferiste hacer una carrera que te dejara los bolsillos llenos, pero el alma vacía. Algo que te diera comodidad pero no satisfacción.

Morías por decirle "te quiero, me encantás" pero te daba miedo el rechazo. La dejaste porque pensabas que era "complicado", pero nunca le preguntaste que sentía. Querías demostrar que eras valiente pero sólo eras pura cobardía. Por eso, tenés que dejar de excusarte y empezar a animarte. Sí, ANIMATE. Atrevete a estudiar eso que te gusta, que te hace levantarte con ganas, aquello a lo que le dedicarías la vida. No tengas miedo a lo que digan tus padres, cuando vean tu pasión y felicidad, lo van a entender y, mejor aún, se van a emocionar con tus logros.

Si tenés un sueño, llegó el momento de hacerlo realidad. La suerte puede que no esté de tu lado, pero lo que te va a hacer llegar es la constancia y el esfuerzo. Vas a caerte mil veces, muchos no van a creer en vos, pero al final, te vas a dar cuenta que valió la pena seguir intentando, insistiendo, y todo lo malo se volverá anécdota.

Aprendé a reirte de vos mismo, el humor siempre te salva. Rodeate de gente que sume, que se ría con vos, que te acompañe en tus proyectos y te haga saber cuándo estás equivocado.

Animate a enamorarte, aunque te hayan roto el corazón. Animate a viajar, a perderte y a encontrarte.

ANIMATE, que como dice Fito, es sólo una cuestión de actitud.